jueves, diciembre 16, 2004

Hasta las 5 de la tarde creí que sería un día normal, pero sucedieron dos cosas un poco fuera de lo común que me hicieron salir de mi sopor inicial. En primer lugar porque me pasé todo el día trabajándole a la Web del colegio San Joaquín y pues nada fuera de lo normal. Como a eso de las 5 de la tarde, mi querido roommate, Shingo me llamó del P. Caldas, para que fuera a acompañarlo un rato. Les confieso que tenía un poco de pereza, pero finalmente me cambie de ropa y salí. Mientras iba en la buseta, tatareando korean pride de HOT, vi por la ventana algo que a mi parecer fue hermoso.

Naturalmente para el resto de la gente hubiese podido ser el escenario de un terrible y vergonzoso accidente, pero para mi fue una composición bellísima de un cuadro macabro. Una mujer caminaba atolondrada, vestida con una corta falta amarillo canario, medias veladas negras y una blusa que dejaba ver su ombligo y cintura, blanca con rallas de colores. La chica llevaba una botella con alguna porquería alcohólica en la mano y en la otra un objeto negro (que no pude distinguir) el cual inhalaba constantemente. La vi caminar por la acera distraída, su mirada perdida y sus rizos cayendo sobre su rostro perturbando su belleza extraña y de repente caminó hacía la mitad de la carretera concurrida y comenzó a caminar por la mitad extendiendo sus brazos como si caminara hacia un amante invisible, sonriendo extrañada, su mirada perdida en sueños inalcanzables y los autos pasando velozmente por los costados de su cuerpo.

Fue hermoso, ella estaba ahí entre los autos como una aparición de la nada, como un fantasma que deambulaba por ahí buscando quizás algo que en este mundo real no podría encontrar, sonriéndole a la nada, simplemente caminando sin importarle su vida. Me quedé pálida observando a aquella mujer atravesar casi una cuadra entre los autos y estos ignorarla y seguir sin detenerse, hasta que se subió nuevamente a un andén donde varias personas la miraron de arriba hacía abajo como un extraño que acaba de entrar en sus vidas.

Entonces la buseta donde iba pasó el semáforo y continuó y yo me quedé con esa extraña visión en mi mente, las dudas asaltándome una y otra vez, preguntándome que tipo de droga había generado tal preciosa escena y preguntándome que suerte le depararía a aquella mujer semiinconsciente.

Finalmente llegué al parque Caldas y luego de un rato de estar con una gente x ahí, Shingo y yo (finalmente solos) fuimos al DDR, que lo colocaron en un lugar muy incomodo, refundido en una estresante y encerrada parte del centro comercial. ¿Es que la gente no tiene en cuenta el diseño ambiental cuando distribuye los arcades en un local? Probablemente no, o tal vez si había una intencionalidad implícita en el traslado de la máquina. A lo mejor no querían que los escamosos se mezclaran con el resto de la gente que allí transcurre.
En cierta forma me gusta, porque así cada que pase por ahí no tendré que ver las caras de los mismos idiotas, sin embargo también me afecta ya que me toca irme a meter a ese roto inundo si quiero bailar un crédito de DDR (quizás soportaría mejor el sacrificio si fuera PIU).

En fin, la cuestión es que estábamos Shingo y yo contorsionándonos en el DDR (gracias a que nuestras mentes siguen tan bien adaptadas al PIU que cuando intentamos bailar DDR instintivamente nos movemos como en el PIU) cuando un grupito de unos 4 o 5 pubertos adolescentes comenzaron a hacer comentarios insidiosos sobre la manera en como Shingo y yo bailábamos, se reían como ridículas urracas, esbozando en cada comentario su infinita estupidez.

Cuando terminó la canción Shingo ya había saltado sobre ellos y con los ojos (literalmente) los asesinaba mientras les decía ?¿Cuál es su maldito problema??. Los escamositos en cuestión siguieron riendo y haciendo comentarios ofensivos y tontos a Shingo, provocándole para que este se enojara y les discutiera. Ahh que patética escena montaban mientras intentaban sacar sus estúpidos juicios respecto a la forma de moverse de Shingo en el DDR. Y mientras esto ocurría, yo me preguntaba ¿Cómo puede existir gente tan denigrante en esta ciudad? ¿Como es que existen este tipo de idiotas? Debería haber una ley que prohibiera a la gente entupida vivir con los mismos privilegios de los que si pensamos nuestra existencia, pero irónicamente esos ?chistositos? son fruto de esta sociedad, fruto de las marcas norteamericanas, de la sociedad y del pensamiento ridículo de toda la gente del común.

Así que luego de convencerme de que no se podía hacer entrar en razón tantas mentes inferiores a la vez, optamos por ignorarlos y se fueron, para dejarnos felizmente jugar DDR. Luego de estos nos fuimos un rato para la casa del Neko y estuvimos hablando sandeces con el y con Abs y fue muy divertido porque Abs siempre tiene un comentario ocurrente en el momento preciso.

Y no siendo más. Bye!