viernes, febrero 10, 2006

¡Nuevo diseño y nuevo sabor de Imagen Eater!

Hola nuevamente, por fin puedo actualizar intentando que esta vez si sea algo decente de leer, mis disculpas por anticipado.

Este semestre comienzo a ver Imagen Digital en la Universidad, recuerdo que el Blog se abrió cuando estaba en quinto semestre? como pasa el tiempo, pero bueno, ese no es el punto.
Como decía este semestre entro a ver imagen Digital, así que adiós a los post sobre cine y los cortometrajes, este semestre tendrán que soportarme hablando mucho sobre la era digital los nuevos medios, el caber espacio? Un poquito de lo que en realidad me ha apasionado más del diseño. A Continuación una reflexión en torno a una conferencia que dio el señor Ken Rinaldo en el pasado Festival de la Imagen de hace dos años sobre Robotica, a ver ustedes que opinan!

(( Maquinas que sonrien ))

Durante mucho tiempo y por no decirlo durante toda nuestra evolución, hemos buscado encontrar el porqué de las cosas, hemos intentado encontrar a Dios, no conformes solamente con cree que existe. Y toda esta búsqueda nos ha conducido siempre a un mismo lugar; nosotros mismos.

Las personas hemos sido egoístas desde siempre, en un principio creímos que el universo giraba en torno a nuestro planeta y que éramos los únicos, hoy en día seguimos queriendo ser centro de atención dentro de una sociedad o dentro de un grupo de amigos. A veces se presenta de una manera discreta y tímida y otras veces ese egocentrismo se desborda por nuestros poros hasta hacernos parecer arrogantes.

Quizás esa naturaleza arrogante y ególatra, sea uno de los motivos por los cuales el hombre ha buscado crear máquinas que de alguna manera lo emulen. Máquinas que inclusive parecen amables, máquinas que sonríen y te acompañan como si estuvieran vivas. ¿Por qué este deseo inconciente de recrear nuestro universo con nuestras manos? Quizás la creación de Robots más humanos sea una afianzamiento de esa misma naturaleza egoísta.

Podemos contemplar la creación de Robots inteligentes, robots que inclusive lleguen a tener personalidad, inclusive podemos ver remplazadas las funciones más básicas características de una persona a través de una máquina fría, un computador que nos permita viajar, aprender, crear y hasta tener sexo virtual, todo al alcance de un ?Mouse?. Sin embargo el terror por la maquina que se vivió a principio del siglo pasado no esta muy lejos de la realidad.

Realmente el verdadero temor no es hacía la maquina como tal, sino a la perdida de identidad del ser humano. El miedo a ser un producto en serie, a no ser autónomo e irrepetible. La diferencia principal entre Maquinas y humanos. ¿Pero y que pasaría si los Robots adquieren carácter propio? ¿Qué sucedería con esa identidad? Fuimos hechos a imagen y semejanza de Dios, dicen por ahí, crear máquinas que nos emulen y asemejen en aspecto, quizás sería equivalente a lo que alguna vez (se supone) hizo Dios. ¿Jugamos a ser Dios? Nos burlamos de la creación cuando nuestras maquinas superan algunos aspectos de la naturaleza ¿Hasta donde creemos y podemos llegar con ello?

Sin duda alguna el miedo a que la maquina se convierta en aún una cosa más perfecta que nosotros mismos, es lo que lleva a muchas personas a desaprobar este tipo de premisas, sin embargo el peligro más grande sería si se pudiese reproducir el orgullo humano, si a una maquina pudiéramos ponerle ?sentimientos?, hacerla sentir celos, envidia o rabia. Seguramente las maquinas acabarían poder destruir el pedazo de planeta que para ese entonces hayamos logrado conservar.

En la conferencia de Ken Rinaldo, se puede ver como se busca vencer el miedo por la maquina, por lo diferente, por lo que puede ser más perfecto que nosotros, a través de maquinas que sonríen, robots que parecen inclusive tiernos a la vista y permiten al usuario interactuar con ellos como niños en el parque de juegos. Una tímida forma quizás de mostrar a la maquina como una cosa que por el contrario de lo que muchos piensan, puede ser nuestra amiga.

Es irónico que la gente se incomode al entrar a una exposición de este tipo, o que inclusive puedan llegar a temer por lo que pasaría, si al fin y al cabo las maquinas son parte de nuestro diario vivir desde hace mucho. Usamos teléfonos móviles varias veces al día y lo cargamos a todas partes, en nuestras casas hay un computador que ayuda a nuestros hijos a estudiar o fragmenta sus mentes mediante los videojuegos. Las maquinas han crecido con nosotros, han modificado inclusive el ambiente que nos desagrada y ha mantenido a nuestros alimentos frescos aunque esto sea tan difícil. Estas maquinas pueden no tener brazos o ni ojos, estas maquinas ni siquiera nos hablan, sin embargo han hecho parte de nuestro crecimiento y siempre han estado ahí, irradiando sus rayos catódicos y ultravioleta que alguna vez nos mataran de Cáncer y aún así siguen ahí.

Siguen ahí porque se convirtieron en una necesidad. Quizás llegue un momento en el que robots como los desarrollados por Ken Rinaldo se conviertan también en una necesidad, quizás el día de mañana podamos tener un ama de llaves robot en nuestra casa, como lo planteaba Isaac Asimov en su Novela ?El hombre Bicentenario?, o posiblemente estemos refugiándonos en colonias mugrientas y aisladas en las afueras de las peligrosas ciudades controladas por las maquinas.

Sea cual sea nuestro destino, la conferencia de Ken Rinaldo nos deja una valiosa lección acerca de cómo la tecnología en el campo de la robótica puede ser utilizada con fines didácticos y (en cierta forma) ecológicos. Nos enseña también que aunque estemos en el borde del tiempo y aunque nos parezca haber recorrido demasiado, siempre se debe volver la mirada hacía todos esos elementos que están y siempre han estado presentes en la naturaleza y que por más que el hombre (en su infinita arrogancia) considere inútil, hasta en la más pequeña hoja de un árbol se puede apreciar la infinita grandeza del universo.

¿Y ustedes que opinan?